yo.............. tu............. el............ nosotros........... vosotros............. ellos............ tenemos doble cara... ni absoluto ni objetivo. ArteZeta Lado B AZ2010: junio 2010

jueves, 17 de junio de 2010

AZ Reviews: Andrés Calamaro - "Calamaro on the rock"


El 1 de Junio salió a la venta Calamaro on the rock, el nuevo material de Andrés que después de 3 años, volvió a las bateas con nuevo look para seguir demostrando que está en su mejor momento artístico. El disco se editó de distintas maneras de acuerdo el lugar geográfico: En España tiene tapa roja; Argentina y Chile trae tapa celeste; Para México, Colombia y Venezuela lleva tapa verde y en Estados Unidos tapa azul. También tenemos una versión Deluxe: un Cd extra con temas inéditos, remixes y también sale a la venta la edición en Vinilo de 180 gr.
El titulo tiene una rápida reminiscencia rockera y por esto Calamaro on the rock fue grabado intencionalmente con el grupo de músicos que viene acompañando a Andrés desde la gira “2 son multitud” junto a Fito Cabrales: Tito Dávila (teclados); Julian Kanevsky (guitarra); Diego García (guitarra) y dos viejos compañeros de ruta, Candy caramelo (bajo) y José “El niño” Bruno (batería).
Andrés Calamaro es un músico que le gusta colaborar en los discos de sus amigos y también que participen en los suyos, por esto Calamaro on the rock no es la excepción. En esta oportunidad encontramos colaboraciones de: El Cigala; langui ; Niño Josele; Enrique Bumbury; Calle 13; Pablo Lescano y Vicentico para redondear un disco 100% Calamaro: con canciones pegadizas, otras para escuchar y disfrutar atentamente, infaltables músicos invitados y letras hechas con los juegos de palabras y rimas que ya son una marca registrada del Cantante.
El disco abre con “Barcos” un flamenco ortodoxo con coros de El cigala (icono del estilo en España) que al escuchar el ritmo de la canción, es inevitable recordar la etapa junto a Los rodríguez, donde el flamenco estaba siempre presente en sus canciones. El tema trae excelentes arreglos del Niño Josele, que con su guitarra portuguesa arremete con punteos filosos, haciéndonos vibrar al ritmo del folclore gallego. “Te extraño” tiene una redundante letra en la que Calamaro luce el tono de su voz, con falsetes justos y precisos. En esta canción se puede respirar un cierto aire caribeño y el aporte del Langui, entrando en escena con un recitado al mejor estilo hip hopero, hace una canción más que simpática y nostálgica, abriéndole paso a “El pasodoble de los amigos ausentes”, una joyita rescatada, como lo viene haciendo en sus últimos discos, de la etapa de encierro y composición Post – Salmon. Esta versión nos trae un potente ritmo con un sonido ajustado, consecuencia de una banda que viene rodando hace tiempo, y en donde se luce el solo de guitarra compartido de Diego García y Julián Kanevsky, pelando chapa y demostrando que no por casualidad, forman parte de la banda de Andrés.
“Todos se van” y “Los divinos” son esas canciones con el mejor estilo “Calamaresco” que Andrés logro imponer con el correr de los años. Canciones que traen un clima nostálgico, con una base de guitarras acústicas bien marcadas y quizás para los seguidores fieles (no los que se sumaron a partir de “El regreso”) se acerque al Calamaro de Honestidad brutal y El salmón.
“Flor de samurai” llega para ser posiblemente el tema más rockero del disco, con una introducción de guitarras distorsionadas que marcan el tiempo del track, y en el que escuchamos distintos matices de la voz de Andrés, ronca al principio y después arengando un pegadizo estribillo. El séptimo tema es “Insoportablemente cruel”, que se presta para sacarle el jugo al escucharlo, con un ritmo lento, bien marcado, con bueno arreglos de piano y en el que se hace protagonista la trompeta del jazzero Jerry Gonzales , logrando el clímax perfecto para que Andrés nos relate esas letras oscuras y en este caso, se suma René Pérez de Calle 13, con un crudo recitado como él solo sabe hacer. “Tres marías” es una cumbia con coros de Vicentico, que no sorprende tanto este ritmo, ya que “5 minutos mas (minibar) del último disco, La lengua popular, era una “Gilda-toon”, es decir una mezcla de cumbia con reggeaton, según el mismo Andrés. En una lenta versión acústica, llega un clásico: “Te solté la rienda, que con la participación de Enrique Bumbury , hace que esta joyita mexicana deje más que contento al pueblo centroamericano.
El rock se vuelve a hacer presente con “Me envenenaste”, donde el bajo de “candy” Caramelo marca el pulso de la banda , dejando el terreno libre para que los guitarristas Diego G y Julián K decoren el track con deliciosos yeites acompaños de un slai con sutiles aires bluseros.
El disco termina bien arriba con “Gomontonera” una canción que tranquilamente podría haber sido parte del quíntuple Salmon, un potente rock , con un filoso riff de guitarra en la introducción y en el que Calamaro demuestra sus dotes vocales cambiando los tonos y arengando frases como “…Mi tirabombas vos te vas primero (en primera!) , con el plan de ahorro primavera…”
Para finalizar Calamaro on the rock, Andrés vuelve a rescatar de sus cajones una canción del período de encierro: “El perro”, canción hecha en sociedad con el amigo Marcelo “cuino” Scornick y en la que se escucha como introducción, el coro grabado desde el público en la gira del año pasado. Una verdadera canción punk que trae una interesante letra, donde la ironía se hace protagonista para relatar una letra política: “La coima en el senado no es pecado”; “Sufro si me dan lo peor, seguro el ministro no toma blancaflor” y también para ser autorreferencial, recordando el ridículo juicio por la causa “porrito”: “nadie dice esta boca es mía, pero me hacen denuncia por apología”.
Desde la resurrección de Calamaro en el 2005, una gran parte del público se torno reticente a la nueva dirección del Salmon, con trabajos como “Tinta roja”, “El palacio de las flores” y hasta “La Lengua popular”, que mostraba a un Andrés muy distinto al personaje nocturno y solitario que fue a fines del siglo XX . Letras como “Miami”: “Que el mundo se entere qué quieres decirme, que estoy enamorado de todas tus cosas” ; o “La mitad del amor” : “ya no soy el viejo Andrés que no dormía jamás, que subidón , que momento ideal, encontré la mitad del amor” hicieron que parte del publico fanático se alejara o simplemente entendiera la nueva etapa del músico, que merece todo ser humano, pero Calamaro on the rock llega con nuevas y viejas canciones renovadas, haciendo una excelente excusa para reconciliarse con la totalidad del publico y también con sus propias canciones.

Omar Sisterna

martes, 15 de junio de 2010

Estallando desde el Oeste….


Attaque 77 se presentó en el nuevo recinto de Cultura Rock del Oeste, el club Argentino de Castelar, un gimnasio deportivo por el cual ya pasaron Las Pelotas o Guasones entre otros, y donde el próximo sábado tocará Kapanga. Un nuevo espacio que el Rock gana, en una zona poco frecuentada por bandas de primera línea y que generará un rico y provechoso movimiento artístico por estos pagos.
Attaque, cerró la noche en lo que fue una especie de mini-festival punk, ya que antes que ellos había tocado Estoy Confundida, banda de punk-rock que continua creciendo en el circuito under, compuesta íntegramente por mujeres. Luego de ellas calentó el ambiente Bulldog, que con el Niño de Los Violadores como invitado en el bajo, preparó el terreno para la salida a escena de Attaque 77.
La banda liderada ahora por Mariano Martínez, cada vez más consolidado en su nuevo rol de frontman, tras la salida de Ciro Pertusi a principios del año pasado,abrió con el añejo, pero no menos efectivo, Muy sucio para vos, un show en el continúo presentando su nuevo álbum Estallar. Precisamente con ese tema, que da título al disco, siguieron la lista. Al final del mismo podemos observar todos los signos distintivos de este nuevo Attaque versión 2010. Un Mariano Martínez que se despacha con un gran y extenso solo, marca registrada, al final del tema y una banda sonando precisa y madura arriba del escenario. Es que Attaque, tras el alejamiento de su cara visible, voz principal y guitarrista rítmico, decidió apostar por un power-trío, bien sólido y potente y donde cada integrante cumple bien su función. A la ausencia de una guitarra, la reemplazan con oficio, experiencia y soltura arriba del escenario y se permiten (al final de cada canción) improvisar y hasta versionar partes con solos de cada integrante.
La trama del show fue la siguiente: alternar y mechar temas viejos (…’’que hace mucho no tocamos…’’) con canciones de Estallar. En ese sentido se sucedieron canciones como Volver a empezar, Más de un millón o Caminando por microcentro con otras como Que nos sucedió, Memoria, Cruz o Dale Poder.
No faltaron por supuesto los viejos himnos de la banda, que fueron los momentos de mayor intensidad de la noche, como Espadas y serpientes, Donde las águilas se atreven, El cielo puede esperar o Chicos y Perros.
Antes de arremeter con otro clásico como Flores robadas, Martínez dice’’...en esta canción seguro me voy a olvidar la letra…’’, incitando así al público a cantar con él. En Tres pájaros negros, luego de una larga y extensa intro en clave Reggae, declara…’’…está la queremos dedicar a los fans de todas las épocas..’’, demostrando así que la relación de cariño entre público y banda está intacto, y que Attaque lejos de los rumores de disolución, sorteó con creces el alejamiento de un miembro clave.Esto claro, lo confirman no solo desde el diálogo o desde viejos clásicos, sino desde la música más actual, de sus últimos trabajos, cuando tocan por ejemplo los nuevos himnos, ya inmortalizados por sus seguidores, como Setentistas, Ojos de Perro o Antorcha.
A esta altura del show, es imposible no trasar un paralelismo entre Attaque y quien, junto con los Ramones, fue quizás fuente de inspiración y marco de referencia constante a la hora de crear. Estamos hablando de Green Day. Es que resulta llamativo como ambas bandas, salvando las lógicas distancias, experimentaron caminos paralelos y similares. Recordemos al Green Day de mediados de los 90’, que tras el abrumador éxito de Dookie, se convirtió en una banda adolescente, integrada por punkies descontrolados y millonarios,que hablaban sobre la masturbación, el aburrimiento y antiguas novias en sus letras, y comparémoslo con el Green Day actual, convertido en activista político, banda anti-sistema y que criticó con dureza a Bush en momentos de la Guerra de Irak, musicalizando todo eso en una monumental y majestuosa Opera-Rock. En ese sentido Attaque nunca resignó su búsqueda musical y no dejó de ampliar su panorama y su amplitud a la hora de componer, traspasando la barrera compositiva de los 3 acordes característicos del Punk. Sus últimos discos dan fé de esto, y de cómo abandonaron líricas que hacían referencia al sexo adolescente o a resacas alcoholizadas, para incorporar nociones como la injusticia social, el desempleo, la pobreza, la marginación, el sexismo o la religión. Attaque, es hoy en día una de las bandas nacionales con mayor compromiso social a la hora de componer y con mayor carga de ideales fuertes a la hora de denunciar las miserias de este Sistema, como así lo es Green Day en el marco del Rock Internacional.
El setlist incluyó también a Soy rebelde, Barreda´s way y hasta el bajista Luciano Scaglione tuvo su momento cuando cantó El Francotirador, dedicada a los periodistas que no confían en Maradona, dejando claro que ni siquiera Attaque está excento de la fiebre mundialista.
Así fue como Attaque comenzó a despedirse de Castelar y cerró un gran show. Bienvenido sea entonces el Rock al Oeste y a esperar más visitas.


Matías Roveta

miércoles, 9 de junio de 2010

AZ Reviews: Rolling Stones - Exile on Main St. (Super Deluxe Edition)

Los Rolling Stones reeditaron su disco, “Exile on Main Street”, obra cumbre en la historia del Rock y pieza fundamental en la vasta discografía Stone, con sonido remasterizado y un box-set de lujo que incluye un segundo disco con diez canciones inéditas, un libro de fotografías e imágenes de 64 páginas y un DVD doble : el primero con un documental recientemente estrenado de Stephen Kijak, “Stones in Exile”, y el segundo que incluye la visita de Mick Jagger y Charlie Watts a la Costa Azul Francesa, el mítico lugar donde se registró parte de la placa.

Está claro que todo aquello que hagan los Stones es noticia y cuenta con el acompañamiento de la máquina publicitaria de una de las marcas registradas que más vende en el mundo: la rosada lengua que inmortalizó John Pasche. Pero aquí no se trata de un disco más, de otro álbum de recopilaciones o “rarities”de su extensísimo catálogo, sino del que para muchos es quizás su obra cumbre y momento cúlmine en la cultura Rock. Es que ningún otro disco generó lo que Exile provocó: esa serie de controversias, polémicas y discusiones al momento de su salida en 1972, acerca de su rústico sonido, su precaria grabación o de lo extenso de su obra (un disco doble, de cuatro lados para la época), seguido de lapidarias críticas hasta llegar a ser considerado hoy en día la síntesis perfecta del blues, R&B y rock and roll jamás registrada, el punto más álgido en la creatividad de la banda, y que mejor resume su estilo y, a pesar de su desprolijidad y amplitud, el disco más rockero en la historia del Rock. Para comprender estos conceptos es necesario remitirse al pasado.

Un poco de Historia. Corría el año 1971 y los Stones venían de editar el exitosísimo “Sticky Fingers”, pero a pesar de las buenas ventas la banda estaba en bancarrota: la pésima relación con Allen Klein, su representante, había generado que cada integrante Stone adeudara 100 mil libras al fisco, y ante el carácter confiscatorio de la política tributaria británica -recordemos “Taxman” de los Beatle-, esas deudas no podían ser pagadas con ingresos.La solución fue unánime: la banda decidió exiliarse en Nellcote, al sur de Francia. Allí se encaró la grabación del sucesor de Sticky…, y cuando se buscó un estudio decente y acorde a las necesidades, no lo encontraron. Pero la banda estaba acompañada de su equipo de grabación, un camión-estudio móvil y equipado con ingenieros y técnicos a bordo, entonces se decidió comenzar por allí utilizándolo para la nueva grabación y con el sótano de la casa del guitarrista Keith Richards, una vieja Casona, como centro de ensayo.
Había un problema claro, el estudio móvil estaba afuera en el parque, y cuando había que comunicar un mensaje o escuchar una pista tocada había que subir escaleras y atravesar maleza. Por otro lado, la lejanía de cada músico en relación a la casa de Richards (no todos vivían allí...) generaba algunos “faltazos” a los ensayos. Asimismo, desde ya un sótano no es un lugar indicado para tocar, mucho menos para grabar. El humo, el agobiante calor, la humedad e inclusive la separación de los distintos músicos con sus respectivos equipos por diversas habitaciones del lugar, hacían difíciles y tediosas las sesiones de grabación. Ante persecuciones policiales por tenencia de drogas y agotamiento, la banda decidió ir a terminar la grabación del disco en los estudios Sunset Sound de Los Angeles a fines de 1971.
Todo esto se vio claramente reflejado en la obra. Esa sensación de sentirse “echados” de su país, la desorganización y desprolijidad para grabar, el sonido rústico, crudo e impenetrable del disco, como consecuencia de grabar en un sótano, más ciertas adicciones, excesos, lujo y derroche que tenían lugar en la casa, son elementos que ayudan a abordar y comprender mejor el álbum.
No obstante lo cual, se permitieron registrar brillantes canciones, como “Tumbling dice”, “Shine a Light” o “Rocks Off”, y redondear un disco compacto, sólido, revolucionario por donde se lo mire y de una notable calidad artística. Como dice Anita Pallenberg, pareja de Keith por aquel entonces: “Exile…fue una obra maestra, un triunfo del trabajo y del amor en condiciones verdaderamente adversa…”.Jack White, de los White Stripes, resume perfectamente su esencia: “Hay por lo menos 15 estilos comprimidos allí, es un disco inclasificable para la prensa...”.

Versión 2010. Para su reedición, Jagger eligió a Don Was, productor a la banda desde Voodoo Lounge (1994), para remezclar aquellas viejas pistas que en 1972 mezcló Jimmy Miller, y le encomendó la tarea de bucear en el material de archivo de la banda. De allí extrajo una serie de tapes, demos y canciones descartadas -e inclusive sin terminar- de las sesiones de aquella época. Dice Jagger: “Fue un trabajo arduo, como comenzar de cero. Algunas canciones no tenían ni melodía, ni letra ni nada”.
Todos coincidieron en respetar el sonido y la atmósfera del Exile original a la hora de mezclar y editar estas nuevas canciones, y obviar abusos tecnológicos. Keith Richards opina: “Fue una obra de arte única, hecha en un lugar único y así debe sonar”. No se utilizaron músicos extras que no participaron de las históricas grabaciones, ni se añadieron otros instrumentos (salvo algunos violines), y se buscó que los temas fueran lo más fieles posibles al sonido rústico originario. Claro que para redondear estas canciones nuevas hubo que añadir voces y guitarras, que fueron grabadas por Jagger y Richards a lo largo del 2009 y 2010, y en el caso de "Following the River", una suave y melosa balada de piano con coros femeninos, Jagger tuvo que escribir y cantar una letra nueva, algo que queda en evidencia a la hora de escuchar el tema.
Para el corte de difusión “Plundered my soul”, Mick grabó pistas de voz actuales y convocó al legendario Mick Taylor (que había abandonado la banda en el 74’), para que grabara guitarras solistas “a lo Mick Taylor” (Jagger dixit). El track tiene un sonido claramente más pulcro en relación al disco del 72’, y la voz posee mucha más fuerza, entonación y sin tantos gritos, con un evidente registro actual. En “Lansing in the light”, la canción está marcada por un riff de guitarra, que parece estar “adelante” del resto de la canción y que fue grabado para la ocasión, en algún lugar de Londres durante este año, junto con todo el resto de los nuevos arreglos de guitarra. “En solo una hora”, según el mismísimo Keith Richards. A esta canción, con un aura festiva que remite a “Happy”, le siguen “So divine”, hermana menor de “Paint it Black”; “I'm not signifying”, un excelente blues que retoma las raíces de la banda, y “Good time woman”, un gran tema, potente y enérgico, que parece ser un demo sacado del cajón de los recuerdos con un Jagger -ahora sí- cantando con su registro de los 70’ y guitarras con influencias de Chuck Berry, para redondear un rocanrol estilo “Respectable”, del disco Some Girls de 1978,con bases bluseras.
Completan este segundo disco de inéditos y bonus tracks que acompaña a la versión original remasterizada “Pass me the wine”, “Aladdin´s story” y tomas alternativas de “Loving cup” o “Soul Survivor”, pertenecientes al Exile…del 72’.

Matías Roveta


domingo, 6 de junio de 2010

Divididos: Presentación de "Amapola del 66", Luna Park.


Luego de la presentación gratuita en Tilcara, la aplanadora del rock formada por: Ricardo Mollo; Diego Arnedo y Catriel Ciavarella, llegó al Luna Park para mostrar su nuevo material en vivo en Buenos Aires. La última vez que Divididos había presentado un disco en el Luna fue en el año 2000 con la salida de Narigón del siglo, pero desde esa presentación a está, pasaron muchas cosas: la salida del disco “Vengo del placard de otro” en el 2002 ; el alejamiento del baterista Jorge Araujo ; la exploración acústica con los “acusticones” que les dio un disco en vivo “Vivo acá” ; la entrada de Catriel Ciavarella en la batería; la creación del estudio de grabación y el estreno del sello discográfico propio: “La Calandria”. Todo esto fue parte del proceso para la llegada, después de 8 años, de Amapola del 66, décimo disco de la banda que presentaron el miércoles 2 de junio del 2010.
Pasados 15 minutos de la hora prevista se apagaron las luces del Luna Park, la gente eufórica empezó a saltar y a cantar sus clásicos cantos para alentar al power trío, que abrió el show con un inesperado “El arriero”. Dejando en claro, desde el primer tema, que este no iba a ser un recital más de la banda, en los que los primeros 8 temas de la lista suelen ir pegados uno atrás de otro. En este caso, luego de terminar cada tema, Mollo cambiaba su guitarra (¡cómo trabajaron los asistentes!) demorando unos minutitos para dar inicio a cada tema. Así arrancaron la fiesta de Amapola con :“El arriero”; “Hombres en u”; “Buscando un ángel”; “Mantecoso”; “Muerto a laburar” y pegadito los asistentes empezaron a preparar los micrófonos y sillas para dar inicio a un set más intimista, acústico donde empezaron a desfilar distintos invitados: Peteco Carabajal (violín); Sandra Farias (danza y bombos); Nazareno Saavedra (bombos), Gustavo Valeriano (guitarra); Facundo Nardote (lap steel); José González (vientos), José Toconás (charango); Rubén Patagonia (voz); Micaela Chauque (voz); Fabiana Cantilo (voz); Isabel de Sebastián (voz); Claudia Puyó (voz) y Ciro Fogliatta (teclados). La parte “tranquila” del show empezó con “Vientito del Tucumán”, luego siguieron “Avanzando retroceden” (impecable silencio en este momento), “La flor azul” acompañado por los aplausos del público al ritmo de la chacarera , “Par mil”, “Guanuqueando”, “Qué ves” con un solo de Peteco Carabajal que quedó para la historia y “Mañana en el abasto” que culminó con un festejado aplauso.
El trío siguió mostrando el nuevo material con absoluta tranquilidad y quizás le seguidilla de temas que más marcó el concepto del disco fueron “Boyar nocturno”, “Senderos”, “Jujuy”, “Cristofolo cacarnú” e “Indio deja el mezcal”, dejando un clima de emoción, donde las pantallas disparaban distintas imágenes de los paisajes norteños proponiendo una nueva “valoración” del territorio nacional. También sonaron “Caminando” y “Todos”, con un excelente juego de imágenes sobre la campaña de concientización que realizaron varios artistas (entre ellos Ricardo Mollo) por la tragedia de ECOS. Después llego “El perro funk”, que abrió el último tramo del show al re palo con “Sucio y desprolijo”, “Rasputín”, “El 38”, “Ala delta” y una verdadera joyita: la preciosa versión del tema Beatle “With A Little Help From My Friends”. Cerraron con “Amapola del 66” e imágenes que adelantaron lo que será el lanzamiento del DVD de la presentación del disco en Jujuy. Y cuando todo parecía terminar, Catriel empezó a pegarle a los bombos para arengar una poderosa versión de “Nextweek” de Sumo, que terminó con una zapada demoledora junto al Condor Arnedo dejando al público más que aturdido.
“Gracias por fumarse todo el disco acá, no es fácil” dijo Mollo antes de retirarse del escenario, dejando más que en claro que ellos mismos sabían que no dieron un show como a los que nos tienen acostumbrados… Y los que se preguntaron por temas como: “Paisano de Hurlingham”; “Casi estatua “, “Salir a asustar”; “Nene de antes” o “Alma de budín”, fue porque no entendieron que Divididos no quiso mostrar solamente los “temas nuevos”, sino hacer un verdadero show con el espíritu y la temática del concepto que muestra la antítesis “urbanización – paisaje natural” que proponen con Amapola del 66.


Omar Sisterna